¿QUÉ ES EL TDAH?
Es un trastorno
de origen ambiental, genético y neurobiológico que se caracteriza por tener una
dificultad en mantener la atención en una actividad durante un periodo de
tiempo continuado, hiperactividad-impulsividad.
Es un trastorno de conducta que aparece en la
infancia, y que se suele diagnosticar alrededor de los 7 años.
Actualmente, el Trastorno por Déficit de Atención e
Hiperactividad es uno de los diagnósticos más frecuentes en psicopatología
infantil, del que no se sabe bien el motivo de su aumento.
Tras esta breve definición del TDAH, no me voy a extender
hablando sobre los síntomas, características, diagnósticos,… sino más bien, en
como podemos ayudar a estos niños y a sus familiares.
Estamos en el siglo XXI y cada vez tenemos más herramientas
para tratar este trastorno y para conseguir que quienes lo padecen lleven una
vida lo más normal posible.
Para ello, es fundamental conocer la necesidad de trabajar
con estas personas desde todos los ámbitos: médico, familiar, educativo y
psicológico.
Normalmente,
el tratamiento farmacológico es
el más habitual, recurrente y fácil para tratar el TDAH, pero no tenemos que
olvidar que existen otras posibilidades como la psicoeducación, la terapia psicológica
o pedagógica.
En este caso, solo voy a hablar a nivel psicológico, lo que podemos hacer.
Primero que nada, vamos a intentar tratar este trastorno con total naturalidad, sin necesidad de escondernos o de intentar ocultar algo que es evidente.
Al niño diagnosticado con TDAH deberemos explicarle en qué consiste su trastorno y las
dificultades con las que se puede encontrar tanto en el colegio como en la vida
diaria. Y le haremos saber que estamos a su lado para ayudarle y enseñarle nuevas técnicas que podrá emplear posteriormente. Es importante que sepa que tiene gente alrededor dispuesta a ayudarle, ya que estos niños suelen tener una autoestima muy baja.
A nivel de Terapia
psicológica: intentaremos establecer un plan de trabajo para trabajar
las principales dificultades que presente el niño. Para ello trabajaremos a
nivel:
- Conductual
- Alabanzas y refuerzos positivos
- Economía de fichas
- Extinción
- Tiempo fuera
Todas estas técnicas se utilizan para corregir
conductas inadecuadas.
- Cognitivo-conductual: a lo largo
de las distintas sesiones se trabajará para mejorar:
- El Autocontrol
- Resolución de problemas
- Relajación
- Fomentar la autonomía
- La organización y la planificación en todos los
ambientes
- Mejora de la atención, de la inhibición y del control
motriz.
- Social: mejora de
las habilidades sociales.
Hemos de ser muy conscientes de que el cerebro de un niño con
TDAH funciona de otro modo, y en consecuencia, este niño tiene otras formas de
trabajar y de comportarse. Es por ello, que un diagnóstico precoz acompañado de
una intervención adecuada hará que tengamos una mejoría en su calidad de vida.
Y para terminar este post con una sonrisa, aquí os dejo la siguiente imagen...